Incertidumbre. Así podría definirse el último año del Grado en Derecho. Después de tres años de duro trabajo, únicamente centrados en el estudio, empiezas a darte cuenta que hay algo más allá del mismo. ¿Debería seguir estudiando? ¿Puede que opositar sea la mejor opción? ¿Ha llegado el momento de incorporarme al mercado laboral? Muchas son las preguntas que surgen para pocas respuestas. Es aquí donde aparecen las prisas y, como todo el mundo sabe, nunca es recomendable tomar decisiones con celeridad sin antes analizar todas y cada una de ellas. En especial cuando se trata de una decisión que va a marcar tu futuro laboral. La incertidumbre aumenta todavía más cuando ningún miembro de tu familia ha estudiado Derecho o proviene de este mundo, un ámbito que tiende a ser cerrado y endogámico. Por otro lado, la obligatoriedad del Máster de Acceso a la Profesión de abogado, supone un importante contratiempo para los estudiantes, tanto en términos económicos como temporales.
En este contexto me encontraba, cuando recibí un correo de mi universidad ofreciéndome la oportunidad de participar en el Programa Mentores CYD . En aquel momento desconocía el proyecto, y la verdad es que no tenía muchas esperanzas de que el mismo pudiese disipar las dudas que tenía. Sin embargo, envié la solicitud y me seleccionaron como Mentee.
La Fundación CYD me asignó el Mentor que consideraba que se adecuaba más a mi perfil académico. Dicho Mentor fue el Dr. Pablo Salvador Coderch, Catedrático de Derecho Civil de la Universitat Pompeu Fabra y Counsel de Cuatrecasas. Ciertamente, la Fundación CYD hizo un gran trabajo, ya que Pablo había sido mi profesor de Derecho de Daños y había dirigido anteriormente el Departamento donde realicé mis prácticas.
En relación a mi participación en el Programa Mentores CYD, puedo destacar ciertas experiencias de gran importancia y valor. En primer lugar, Pablo disipó mis dudas sobre si la profesión de abogado era aquello a lo que realmente me quería dedicar. Me explicó cómo funcionaba el despacho, cómo era el día a día del mismo y la vida diaria del abogado. Lo que más aprecié fue su sinceridad. Me transmitió tanto los puntos positivos como los negativos de la profesión. Y en segundo lugar, y de vital importancia para mi formación académica, él fue quien me animó a tomar la decisión de irme a estudiar al extranjero. Me explicó la importancia de la internacionalización de los abogados y la apuesta de Cuatrecasas por la misma. Así, actualmente estoy realizando el Máster de “International Trade and Investment Law” en la prestigiosa Universidad de Maastricht, Holanda. Asimismo, Pablo me ha aconsejado en algunas decisiones que he tenido que tomar aquí en Holanda, extendiendo el proyecto más allá de sus fronteras.
La participación en este Programa me ha permitido aprender importantes aspectos que no hubiese podido aprender de otra forma: cómo funciona el proceso de selección de un prestigioso despacho de abogados como es Cuatrecasas o algunos consejos para poder salir airoso de una entrevista de trabajo. Durante una de las reuniones, Pablo me formuló alguna de las preguntas que deben responder los candidatos al proceso de selección. Asimismo, tuve la oportunidad de reunirme con un miembro de recursos humanos de la firma, que me explicó el funcionamiento del proceso de selección, me orientó para mejorar mi CV y me respondió a todas las dudas que le formulé.
Pablo me ofreció además la posibilidad de colaborar en la elaboración de un trabajo basado en el estudio de las sentencias de un Magistrado del Tribunal Supremo. Este trabajo me proporcionó la oportunidad de poder conocer de cerca otros caminos distintos a la profesión de abogado, tales como la docencia o el doctorado, enriqueciendo aún más mi experiencia en el proyecto Mentores CYD.
Espero que estás líneas ayuden al estudiante indeciso que se encuentra en el último año de Grado a aplicar al Programa Mentores CYD. No se arrepentirán, ya que les ayudará no sólo desde el punto de visto profesional sino también des del personal.
Por último, me gustaría agradecer a Pablo todo el tiempo que me ha dedicado y el espacio que me he proporcionado, en su ya de por si apretada agenda. Tuve la suerte de recibir un trato muy personal y directo. Le agradezco su dedicación, que no sólo consiguió disipar mis dudas sino que también me ha llevado a plantearme nuevos retos.
Asimismo, me gustaría agradecer el tiempo y la amabilidad que he recibido por parte de Carme Sabidó Pellicer, el enlace entre Pablo y yo en Cuatrecasas. Carme siempre ha sido muy cordial conmigo, ayudándome a hacer que el proyecto siguiese adelante estando ya en Holanda.
Por otro lado, me gustaría agradecer a Cuatrecasas la participación en este Programa y la puesta a disposición de sus profesionales a los alumnos de último año de grado. Durante todo el Programa me he sentido como si fuera un miembro más de la firma. Finalmente, me gustaría agradecer a la Fundación CYD la oportunidad que me han dado al participar en este Programa y confirmarles que es una de las mejores decisiones que he tomado durante mi carrera universitaria. Sinceramente, puedo decir que esta experiencia ha rebasado cualquier expectativa que tenía respecto al proyecto.
Para finalizar, animo a ambos, tanto a Cuatrecasas como a la Fundación CYD, a seguir con este proyecto y decirles que aprecio que dediquen parte de sus recursos a ayudar a los estudiantes de último curso de grado a tomar decisiones que marcarán su futuro profesional. Espero que algún día pueda devolverles todo lo que han hecho por mí, quizás ocupando en un futuro la posición de Mentor.