La posición internacional de las universidades españolas

En 2014 se presentó la primera edición del U-Multirank, un ranking mundial de instituciones de educación superior (IES) que propone un enfoque diferente al de los rankings tradicionales en el sentido de que es un ranking multidimensional que ofrece la posibilidad de comparar el rendimiento de las IES en una serie de indicadores agrupados en cinco dimensiones.

En el U-Multirank se analizan las IES tanto desde el punto de vista institucional como por ámbitos de conocimiento. En el Informe CYD 2015 se ha incluido, en el capítulo 4, un análisis comparado de la situación de las universidades españolas, en relación al conjunto de instituciones de educación superior del mundo y de la UE-28, en el apartado institucional, atendiendo a los datos de la última edición del U-Multirank, la del 2016, que ha contado con la participación de más de 1.300 instituciones de más de 90 países. En el U-Multirank para cada indicador de cada dimensión las instituciones son clasificadas por grupos de rendimiento: de 1 a 5, rendimiento muy bueno, bueno, medio, débil y muy débil.

Entre los principales resultados hallados en este análisis comparado, cabe indicar, en primer lugar, que en la dimensión de investigación, y en particular para los indicadores bibliométricos, de publicaciones, la mayor parte de las universidades españolas se sitúa en torno al grupo de rendimiento 2 (bueno) y más frecuentemente en el grupo 3 (medio), pero tienen una clara menor presencia en el grupo de muy buen rendimiento (grupo 1), comparado con los resultados del conjunto de las instituciones de educación superior del mundo y de la UE-28.

En segundo lugar, en la dimensión de transferencia de conocimiento, el análisis de los indicadores muestra que hay un claro margen de mejora, excepto en el indicador de ingresos de formación continua, donde las universidades españolas tienen un mejor comportamiento que el conjunto mundial y de la UE-28, puesto que el 53,7% de ellas se sitúan en el grupo de muy alto rendimiento, por el porcentaje del 40-42% en los otros territorios con los que se compara. En el resto de indicadores de esta dimensión, sin embargo, las universidades españolas ocupan posiciones más discretas que en investigación y una mayoría de ellas aparecen, en general, en el grupo de rendimiento 3 (medio) y 4 (débil). Las universidades del resto del mundo y de la UE-28 tienen más presencia relativa en los grupos 1 y 2 (muy bueno y bueno, respectivamente).

Finalmente, en tercer lugar, se puede destacar que en la dimensión de orientación internacional el sistema universitario español presenta unos resultados heterogéneos: por un lado, discretos en el indicador de impartición de programas íntegramente en un idioma extranjero, dado que la mayor parte de universidades se sitúa en los grupos de rendimiento 4 (débil) y 5 (muy débil), y apenas hay universidades en el grupo 1, e insuficientes en la capacidad de atracción de profesores de fuera de España: solo el 21% de las universidades españolas se hallan en un grupo de rendimiento que no sea débil (57% en el conjunto mundial y de la UE-28). Y, por otro lado, más que aceptables en los indicadores de movilidad de estudiantes y en publicaciones internacionales: gran parte de las universidades españolas aparecen en los grupos de rendimiento 1 y 2, en el primer caso y 1,2 y 3 en el segundo. En movilidad de estudiantes, en concreto, el 32,3% de las universidades españolas está en el grupo de rendimiento 1 (muy bueno) por el 19% mundial y el 27,2% de las IES de la UE-28.

El capítulo 4 del Informe CYD 2015 está disponible en este enlace.