La actividad investigadora es y debe ser consustancial con la Universidad. La Universidad tiene en la Sociedad el papel de crear y transmitir el conocimiento, no un conocimiento cualquiera sino el de frontera. Y por eso y para eso, ella misma debe dedicar una parte importante de su actividad a generar ese conocimiento. Ese conocimiento que en un principio era el Pensamiento ahora es la investigación científica.
La forma habitual de costear esta actividad investigadora y la que más peso real tiene en un país, suele ser mediante los recursos públicos que el país dedica a este objetivo a través de sus presupuestos públicos, particularmente los de carácter nacional, pues la ciencia como tal no es habitual que obtenga retornos económicos de forma inmediata para financiarse. El estudio introduce la justificación, tanto teórica e histórica como práctica de que el Estado dedique recursos públicos a ello.
¿Qué recursos dedica el Estado Español a esta actividad? Esto es lo que venimos estudiando, inicialmente en los Presupuestos Generales del Estado por encargo de la COSCE, desde hace unos años. El objetivo principal es que el colectivo de investigadores y también el conjunto de la Sociedad, tengan un conocimiento detallado de la situación de la inversión pública en cada momento y su evolución. Es además una manifestación clara del compromiso real de los Gobiernos de turno con la Investigación científica.
Aunque en los Presupuestos para Investigación no aparece en ningún caso la universidad, tienen una gran importancia para ella. Lo hemos mostrado en el Estudio viendo la información que suministran los estudios sobre el Sistema Universitario Español relacionada con la actividad investigadora y comparándola con la evolución de la financiación de los Presupuestos sobre los que consideramos aspectos básicos.
El análisis de los Presupuestos puede resultar muy técnico. Por ello se dedica una parte del trabajo a exponer la estructura tanto del Presupuesto como de la parte de estos que se destina a I+D: la Política de Gasto 46 o PG46. Después de esto se presenta la evolución de los recursos de investigación en los últimos años, tanto en general como en algunos aspectos específicos, los que se consideran más importantes. Y se compara la evolución de los recursos para investigación con la de los propios Presupuestos Generales para ver la relevancia que realmente se le da a la actividad investigadora.
Hemos hablado de que hay algunos aspectos específicos que se consideran más importantes para la actividad investigadora. Hemos escogido tres por su impacto sobre la investigación más básica, que también es la más pública: los Fondos de Investigación, los recursos para los Organismos Públicos de Investigación -los OPI- y los recursos dedicados a la formación de investigadores: FPU y FPI. Precisamente, al analizar estos tres aspectos es donde puede verse cómo afecta la financiación de los Presupuestos a la actividad investigadora. De los Fondos de Investigación, básicamente el Fondo Nacional de Investigación, procede la financiación de los proyectos de investigación de las universidades, como para todos los grupos de I+D públicos. La financiación de los OPI también es importante, principalmente la del CSIC (que representa la mitad del total) pues tiene centros mixtos con otros organismos, la mayoría universidades y también Unidades Asociadas por las que grupos de investigación externos, también la mayoría de universidades, se vinculan a grupos del CSIC como si fueran de éste. Y las tesis que se realizan en los OPI siempre se presentan en universidades. Finalmente los recursos para FPU y FPI van a contratos predoctorales para realizar tesis; el número de éstas (4-5 años después) y los contratos obtenidos por las universidades siguen también los recursos disponibles, como ocurre con los otros dos aspectos. Por ellos los Presupuestos afectan a las tres actividades fundamentales de la Universidad: la formación, la investigación y también a la transferencia a la sociedad, en este último caso por el impacto sobre la financiación disponible para las empresas para I+D y así la mayor o menor posibilidad de contratar investigación en los agentes públicos
Este análisis se completa con una, vamos a llamar, bajada a la realidad. Una cosa son los recursos teóricamente puestos a disposición y otra los realmente gastados. Por eso se estudia también lo que se conoce como Ejecución Presupuestaria y los Remanentes, que retornan al Tesoro.
Si queremos sacar unas conclusiones muy resumidas del trabajo nos quedaríamos con la fuerte dependencia de la financiación de la investigación de la situación económica y cómo le ha afectado la crisis, con la importancia inmediata de los Presupuestos sobre la actividad universitaria y con la constatación de que es preciso mejorar el aprovechamiento de los recursos disponibles.
Somos conscientes de la importancia de la financiación de la investigación pero queremos dejar constancia, como hacemos siempre, de que la investigación en España, y la propia sociedad, tienen un problema que creemos más grave: disponer de un sistema que facilite la actividad investigadora, le descargue de todo lo que alrededor de ella no añade valor y resulta un freno, y facilite que la sociedad en general se aproveche de la inversión que realiza en generación de conocimiento para el progreso y la mejora de la calidad de vida.
