El papel de la Universidad en la estrategia de especialización inteligente para la innovación

El 14 y 15 de julio se ha celebrado en la Ciudad del Santander en Boadilla y enmarcado en los cursos de verano de la Universidad Complutense y Santander Universidades, un curso organizado por la CRUE y la Fundación CYD sobre el papel de la Universidad en la Estrategia de Especialización Inteligente para la Innovación, coloquialmente, el RIS3

En los documentos para la preparación del curso se decía que “La contribución de las universidades al desarrollo económico y social es un tema que plantea consideraciones de calado, tanto teóricas como de procedimiento. La importancia indiscutible de las universidades tanto por la cantidad de efectivos y recursos destinados como por la naturaleza de su trabajo convierten a los Sistemas Universitarios en el objeto de la atención de las Políticas Científicas, Tecnológicas, de Desarrollo y de Fomento de la Innovación y de la Competitividad, y en resumen, consideran a las Universidades como un agente sustantivo y motor del Desarrollo Económico y Social”.

El reconocimiento de la importancia del conocimiento y de la innovación para el desarrollo viene de lejos. Otra cosa es “el cómo y cuándo y con que éxito” los países de la UE y la propia comisión ha pasado del reconocimiento del hecho, a la Política Activa de aquí la importancia de reflexionar sobre el RIS3. Un objetivo principal de la Estrategia de Lisboa, aprobada por el Consejo de Europa en el año 2000, era el de transformar la UE en una economía en pleno empleo basada en la excelencia tecnológica. Consiguientemente la Política de I+D fue considerada como uno de los pilares de la Estrategia de Lisboa, la cual consideraba explícitamente el Triángulo del Conocimiento: Investigación, Educación e Innovación, como el elemento imprescindible para lograr este objetivo. El programa marco de Investigación, instrumento de la Estrategia, estableció como objetivo conseguir para el conjunto de los países que el gasto de I+D sobre el PIB para el año 2013 llegase al 3%, la realidad quedó bastante lejos. Al analizar el funcionamiento de Triangulo del Conocimiento se constató que el problema más sustantivo no radicaba en el funcionamiento en términos de producción y utilización del conocimiento de cada uno de sus vértices del triángulo por separado, sino en la conexión entre ellos, es decir, la conexión entre los agentes responsables de la educación, de la investigación y de la innovación. 

Vista la diferencia entre buenos propósitos de Estrategia de Lisboa en el ámbito de la I+D y los objetivos alcanzados y por otra parte analizada críticamente la eficiencia y contenido de los fondos gastados durante todo el periodo de vigencia de la Estrategia en año 2010 la Comisión Europea propuso, y los estados miembros aprobaron, el documento “Europe 2020 Strategy for Smart, Sustainable and Inclusive Growth” al que posteriormente acompañaron las normas para su desarrollo y para la distribución de los recursos en que explícitamente se insiste sobre la necesaria transformación del conocimiento en innovación. 

Una novedad especialmente relevante de la estrategia Europa 2020 es que se establece que para que las diferentes regiones de la UE puedan optar a determinados fondos relacionados con el desarrollo económico y social, deben redactar como condición “ex ante” un documento en el que se proponga su particular “Estrategia de Investigación e Innovación para la Especialización Inteligente”, también llamada “RIS3”. Para ayudar a las regiones en la elaboración del documento RIS3, la DG REGIO de la Comisión, responsable de la gestión del RIS3, publicó en el 2012 una guía específica (RIS3 Guide) y posteriormente ha puesto a disposición de los equipos redactores de las diferentes regiones una serie de documentos y guías, entre ellas una dedicada exclusivamente a las universidades. Uno de los propósitos declarados en el RIS3 es precisamente el de contribuir a la mejora del funcionamiento del Triángulo del Conocimiento y específicamente conseguir que las universidades y las empresas de las regiones de la UE mejoren la gestión de la transferencia. Las diferentes guías se extienden en una amplio abanico de actividades donde la universidad puede ejercer de motor de desarrollo y nos ofrece un interesante panorama de las posibilidades de los Sistemas de Enseñanza Superior con relación al desarrollo en función de las características del territorio. 

Decimos en el documento introductorio de la conferencia, que en este momento ya disponemos de los documentos de la Estrategia de Innovación de una gran parte de las regiones europeas. De la lectura atenta del conjunto de guías del RIS3 y de los documentos de las Estrategias regionales RIS3 ya aprobados, se concluye también que en el ámbito de la contribución a la innovación y al desarrollo, las universidades son consideradas como un actor imprescindible, y se les reconoce específicamente, entre otros activos, la importancia de la cantidad y calidad del conocimiento creado y por lo tanto que su potencial contribución a la innovación a través de la educación y de la investigación y de otros instrumentos de la contribución al desarrollo. Sin embargo, de esta lectura también se desprende que no hay un modelo general aplicable a los Sistemas de Enseñanza Superior y que la cesta de instrumentos es variada, es decir, que, por ejemplo, el puente entre el conocimiento creado por la universidades y la innovación no es fácil de construir y que hay que diseñarlo para cada caso en concreto. 

También sugeríamos las siguientes lecturas: “Connecting Universities to Regional Growth: A Practical Guide”, documento publicado por la DG REGIO de la CE específicamente para orientar la contribución de las universidades al RIS3 y, para una mayor comprensión de la organización y sinergias posibles recomendábamos el texto: 

http://ec.europa.eu/regional_policy/sources/docgener/guides/synergy/synergies_en.pdf 

Pues bien, una vez realizadas las jornadas, podríamos decir que hubo un consenso, poco frecuente, tanto en los fundamentos y diagnóstico como en lo operativo. Las intervenciones tuvieron una línea argumental muy semejante y un tono constructivo pedagógico más que notable. Podríamos decir que en el ambiente se creó la sensación fundamentada de que detrás del RIS3 había una oportunidad cierta, que valía la pena, y que por fin se nos habían dado instrumentos para ponernos todos manos a la obra. 

Recuerdo pocas ocasiones donde en un foro haya quedado tan claro que se está construyendo una pista de despegue que vale la pena contribuir a crear y aprovechar colectivamente. Tal vez contribuyó a este convencimiento el acierto en la secuencia de las intervenciones, que aclaró dudas en el procedimiento y a la vez motivó a los presentes al sentir reconocido el papel de cada uno de los actores y, para el caso de las universidades, su rol como agente del desarrollo económico social. 

Queda por ver  la capacidad de las universidades y de los agentes regionales responsables del desarrollo y de la propia administración central en concretar el destino de los fondos y su importe para que el conocimiento encuentre más fácilmente el camino a la innovación.

Francesc Solé Parellada
Vicepresidente Fundación CYD 

Más información en: http://www.fundacioncyd.org/actividades-cyd/jornadas-cyd/2014

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