Durante el pasado 8 de octubre se celebró en LASEDE del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid la jornada de debate “Reformar la universidad, transformar España” donde representantes del mundo político, académico y empresarial analizaron los retos a los que debe hacer frente la universidad española y las reformas que deberían realizarse para situarla como eje transformador de la sociedad española.
La primera mesa congregó a representantes de los cuatro principales partidos políticos, PP, PSOE, Cs y Podemos para debatir sobre un posible pacto de Estado por la Universidad. Todos los ponentes coincidieron en gran parte en el diagnóstico y presentaron algunas de sus líneas programáticas. Una mayor autonomía presupuestaria y de contratación para las universidades, más recursos y en general una mejor gobernanza fueron algunas de las propuestas compartidas por todas las formaciones.
El siguiente tema de debate analizado en la segunda mesa fue el impacto socioeconómico de la Universidad. Comenzó interviniendo Fernando Albericio, Catedrático de Química Orgánica de la Universidad de Barcelona, que destacó la calidad de la universidad española y la importancia de los rankings como instrumento de autoevaluación de las universidades. Dotar de más autonomía a las OTRIs o reforzar el papel de las mujeres dentro de la carrera investigadora también fueron temas destacados en su intervención.
Por su parte, José María Ezquiaga, Decano del Colegio de Arquitectos de Madrid se lamentó por el exceso de legislación y la falta de estrategias y cooperación de las fuerzas políticas en materia de educación e investigación. Una de sus propuestas fue el diseño de una estrategia de promoción del talento a escala territorial, situar al campus de las universidades como origen del talento. Al final de su intervención planteó también cuál es el coste de transferencia de jóvenes al extranjero, concluyendo que el hecho de no tener una estrategia de retorno del talento es un problema.
Para finalizar esta segunda mesa de debate, intervino Antonio Abril, Presidente de la Comisión Académica de la Conferencia de Consejos Sociales. En su turno de palabra, defendió el papel de las universidades españolas en un país donde el talento es su activo más importante. Algunas de sus propuestas fueron cambiar el sistema de incentivos para fomentar más la actividad de transferencia desde las universidades, diversificar la financiación para que las universidades sean más competitivas, apostar por una mayor internacionalización o dotar de más autonomía a las universidades. Además, apostó por constituir un único de consejo de gobierno por universidad y por un mayor ajuste entre las titulaciones y la empleabilidad, reequilibrando la formación profesional y la universidad.
La reforma universitaria pendiente fue objeto de debate de la tercera mesa. Manuel López, Presidente de la Conferencia de Rectores de la Universidad Española (CRUE), señaló que la reforma universitaria está pendiente por falta de voluntad política, al no ser una cuestión prioritaria en la política española. También señaló la necesidad de una reforma en la gobernanza de las universidades.
Por su parte, Fernando Marcellán, Catedrático de Matemática Aplicada de la Universidad Carlos III de Madrid, indicó que uno de los problemas centrales de la universidad es el sistema funcionarial que supone un impedimento para la atracción del talento.
Reivindicó la importancia de la docencia y apuntó la necesidad de transformación de las formas de aprendizaje y transmisión del conocimiento. También abogó por acabar con la burocratización de la investigación y por establecer unas políticas sistémicas de investigación y dotarlas de estabilidad presupuestaria.
José Adolfo de Azcárraga, Miembro de la Comisión de Expertos para la Reforma del Sistema Universitario Español analizó cuáles son las causas de la insuficiente calidad universitaria. Una inestable y escasa capacidad de financiación, un excesivo número de universidades de tipo generalista y un mal proceso de selección del PDI o la elección del modelo 4+1 en vez del 3+2 en la duración de los grados y másteres se encuentran entre las principales causas según el ponente.
Como soluciones apuntó a una mejor financiación, a acometer reformas estructurales como una mejor selección del PDI a nivel internacional o un cambio en el sistema de gobierno de las universidades.
Por la tarde, los temas a debatir giraron en torno a la investigación y a la alianza de las universidades con el sector productivo.
Celia Sánchez-Ramos, Profesora de Percepción Visual de la Universidad Complutense comenzó su intervención señalando la obligación que tienen las universidades de transferir resultados a la sociedad y apostando por un cambio en los incentivos para que las universidades patenten más. También señaló como necesaria una mayor relación de los investigadores con las empresas y la introducción en las empresas de la figura del “gestor de conocimiento”.
José Manuel Torralba, Director General de Universidades e Investigación de la Comunidad de Madrid estableció una comparación entre la política de investigación en Alemania y en España e indicó cómo la incorporación de doctores a la empresa privada o el establecimiento de un plan de I+D e investigación básica a largo plazo era una asignatura pendiente en nuestro país.
Con respecto a la alianza con el sector productivo, Carlos Andradas, Rector de la Universidad Complutense apostó por el establecimiento de alianzas a largo plazo entre universidad y empresa y por el reconocimiento de la importancia de la investigación básica. Como medios de transferencia de conocimiento destacó el papel de los doctorados industriales y las prácticas curriculares de los estudiantes en las empresas.
Otras cuestiones tratadas en esta última mesa fueron la organización de la oferta de titulaciones, cuestión en la cual las empresas podrían jugar un papel importante o el establecimiento de programas de formación dual para grados universitarios.