El pasado miércoles 28 de octubre tuvo lugar en Barcelona la XII edición de las jornadas anuales que organizan la Fundación CYD y la Fundación Círculo de Economía para reflexionar sobre cuestiones de especial interés vinculadas con la universidad y la sociedad. Esta edición constituyó además las I Jornadas Francesc Santacana, en memoria del que fuera vicepresidente de la Fundación CYD. El acto, que tuvo lugar en la sede de la Fundación Círculo de Economía, contó con una ponencia central impartida por Rolf Tarrach, Presidente de la European University Association y con una mesa redonda, bajo el título “Informe CYD 2014. La contribución de las universidades españolas al desarrollo”, en la que participaron: Martí Parellada, Coordinador General del Informe CYD; Enric Fossas, Presidente de l’Associació Catalana d’Universitats Públiques y Rector de la Universitat Politècnica de Catalunya; Gabriel Martín, Presidente del Consejo de Estudiantes Universitarios del Estado; Gabriel Masfurroll, Presidente del Consejo Social de la Universitat Autònoma de Barcelona; Joaquim Molins, Consejero de Ciments Molins y Patrono de la Fundación CYD; y Jordi Riera, Adjunto al Rector y Vicerrector de Política Académica de la Universitat Ramon Llull.
La ponencia central de Rolf Tarrach llevó por título “Universidad y desarrollo: una relación sutil y polifacética” y su eje giró acerca de lo que la empresa y la universidad pueden hacer juntos. Entre otros temas se puso énfasis en la relación entre la investigación y la innovación. La investigación la definió como una caja negra en la que se introduce dinero y cerebros y se obtiene nuevo conocimiento, mientras que la innovación es una caja negra en la que se introduce conocimientos y cerebros y se obtienen beneficios. Es complicado el paso del conocimiento básico que pueda salir de la universidad a conocimiento que permita el desarrollo de nuevos productos. Pero la investigación básica es muy importante, ya que a la larga produce cambios más profundos y radicales y mejores innovaciones que la investigación aplicada, que implica cambios pequeños. En ese paso de un extremo a otro, de la investigación a la innovación, el papel de las empresas es clave.
También aludió a su experiencia como rector de la Universidad de Luxemburgo, creada en 2003 y que ya aparece en los rankings entre las 200 mejores del mundo. Algunas de las claves para lograr este éxito fueron en su opinión 1) un sistema de gobierno operativo, con solo dos consejos, uno que representa a los estamentos universitarios pero que sólo asesora y el otro, el Consejo de Gobierno, con solamente 7 miembros y ninguno de la universidad: 3 empresarios y 4 rectores o ex rectores provenientes del exterior. En este sentido recordó que ya en 2011 participó en un informe encargado por el Gobierno de España donde se recomendaba para nuestro país un gobierno universitario más sencillo y más pequeño. Recomendación que, por otra parte, se ha ido repitiendo en otros informes, desde el pionero Informe Bricall de 2000. El diagnóstico ya está hecho y se coincide en lo esencial, lo que hay que hacer es actuar; 2) el hecho de que la mitad de los cursos los imparte personal asociado, profesionales de prestigio, más pegados a la realidad que los académicos: empresarios, banqueros, juristas… Esto sirve para atraer talento de fuera de sus fronteras; 3) la existencia de centros de investigación que funcionan en su relación con las empresas (de las que obtienen la mayor parte de su presupuesto) a través de programas de investigación común en vez de contratos para resolver una cuestión puntual y concreta. En España esto está poco desarrollado, aunque puso de ejemplo al Barcelona Institute of Science and Technology, que preside, que reúne a seis centros de investigación catalanes, cuyo objetivo es dar más visibilidad a lo que se hace en Cataluña en temas de investigación y aprovechar sinergias. El 50% de su financiación es privada. En este contexto de cooperación pública-privada aludió también a una iniciativa alemana de creación de institutos de investigación que se ocupan, para diferentes sectores económicos, del paso previo a la innovación, a través de la identificación de los problemas que pueda tener el sector en los próximos 5 años y la anticipación de soluciones (Institutos Fraunhofer).
Concluyó que si Europa quiere mantener sociedades democráticas y del bienestar es necesaria la sociedad del conocimiento y para ello hace falta un sistema universitario de calidad y eso solo se podrá conseguir si las empresas echan una mano y se hacen corresponsables.
En la mesa redonda que vino a continuación se presentaron algunas conclusiones del Informe CYD 2014, acerca del impacto y la gestión de la crisis en las universidades españolas y si actualmente estamos en un momento de inflexión hacia una recuperación futura, que fueron debatidas por los componentes de la misma. En el Informe se observan elementos que mostrarían un incipiente cambio de tendencia. Así, la inserción laboral de los graduados superiores en 2014 y 2015 mejoró (más que la media española y más que la UE), en términos de descenso de la tasa de paro o aumento de la ocupación. Los presupuestos de las universidades públicas, que disminuyeron notablemente desde 2009 hasta 2013, ya no continúan haciéndolo con la misma intensidad. Y en gastos de investigación se observa que ya no hay registros negativos en los presupuestos de los fondos nacionales o en los ingresos de los organismos públicos de investigación. Hay indicios, pues, que apuntan hacia una recuperación, pero las consecuencias de la crisis han sido fuertes, y volver a la situación de antes de la crisis será muy difícil. En cuanto a la gestión de la crisis por parte de las universidades se observa un pequeño milagro. Ya que a pesar de los problemas, los indicadores de misiones básicas han funcionado bien. Por ejemplo, en el caso de la producción científica ha aumentado la participación española en el total mundial (70% de las publicaciones son de universidades). En docencia ha aumentado la tasa de rendimiento (créditos aprobados/créditos matriculados), coincidiendo con la introducción del proceso de Bolonia. En la adaptación de la formación a las necesidades del entorno, los estudios de inserción laboral de la AQU en Cataluña indican que el grado de satisfacción de los graduados sobre la formación recibida en una serie de competencias transversales (14) mejora, etc. Pequeño milagro porque se ha dado en un entorno de crisis y con un marco legislativo inmutable; los instrumentos con los que ha contado la universidad para enfrentarse a la crisis no han cambiado en estos años.
Acerca de si actualmente se está en un momento de inflexión hacia la recuperación económica, los miembros de la mesa se mostraron cautos. Masfurroll afirmó que se vislumbra una cierta recuperación en términos macroeconómicos pero que hay un desfase en el impacto positivo para la sociedad. Riera recordó que el índice de pobreza o el Arope sigue mostrando datos negativos: hay 13 millones de personas en riesgo de exclusión social, siendo más grave la situación para los jóvenes entre 16 y 30 años. Fossas también cree que hay un cambio de tendencia, no tanto en el aumento de los fondos de investigación en España y Cataluña, pero sí en los de ámbito europeo, en los contratos y relaciones con las empresas, y también en el número de patentes o la creación de empresas. Finalmente Molins también observa indicios de recuperación, así, afirmó, por ejemplo, que por primera vez desde la crisis las empresas familiares tienen expectativas optimistas y prevén más contratación de personal.
Sobre el impacto y la gestión de la crisis en las universidades, los miembros de la mesa dieron datos de sus casos particulares. Así, Fossas indicó que en la UPC han optimizado recursos, en personal disminuyendo plantilla (contratos de asociados), limitando la tasa de reposición y disminuyendo los salarios un 5%, según marcaba la administración, en docencia eliminando todo aquello que no fuera necesario para adaptarse al proceso de Bolonia, en investigación, optimizando dónde acudir, participando más en convocatorias europeas o en relaciones con empresas. En Cataluña, las universidades públicas han consorciado la contratación de algunos servicios, como la energía, el agua…esta compra conjunta les ha permitido abaratar costes. También se han modificado estructuras, centros y departamento, en dos de las siete universidades, para afrontar mejor los retos del futuro. Afirmó que en 2010 la Generalitat transfería a las universidades públicas catalanas 900 millones de euros, y ahora 700. El aumento de las tasas universitarias supone 80 millones más, pero de ahí se ha de quitar 40 que corresponden a las becas equidad que da Cataluña a cuenta de las universidades. Así que queda un desfase de 160 millones de euros. Masfurroll indicó que en la UAB se han tomado medidas para mejorar la eficiencia interna, se ha ordenado la gestión, simplificado la organización, se han buscado fórmulas para conseguir fondos privados para financiar proyectos, y que dónde más se han notado los recortes ha sido en la inversión: de 20 millones de euros anuales pasaron a 1,5, lo cual, sostenido durante ya bastantes años, ha dado como resultado el tener que seguir operando en el campus con tecnologías ya totalmente desactualizadas. Martín indicó que la capa universitaria más afectada ha sido la de los estudiantes, dado el aumento de las matrículas, la disminución de becas, la no potenciación de los programas de intercambio con el extranjero, etc. Y en la mesa se coincidió en afirmar que a pesar de la crisis, los recortes y las dificultades afrontadas, la universidad está en una buena situación, por tanto algo de pequeño milagro sí que ha habido. Así, Fossas indicó que hay 3 universidades catalanas entre las 200 mejores según los rankings, 5 entre las 500 mejores. Y se ha mejorado en indicadores como la tasa de rendimiento o las publicaciones, lo cual también se ha debido a la existencia de incentivos, no en vano para el reparto de las transferencias se tiene en cuenta la tasa de rendimiento del alumnado o para la estabilización del personal es fundamental la actividad investigadora y la publicación de documentos científicos.
Más información en http://fundacioncyd.org/actividades-cyd/jornadas-cyd/2015/255-jo-20151028