En su duodécima edición, el Barómetro CYD se dirige a 202 expertos para valorar la importancia de las universidades en la economía y la sociedad española, así como evaluar la evolución durante el 2017 de las tendencias más significativas detectadas en la contribución universitaria al desarrollo económico y social de España.
El Barómetro CYD se centra, por un lado, en la aportación de las universidades al desarrollo económico, la planificación estratégica del territorio, la atracción de inversiones externas o la competitividad de las PYMEs, la cooperación entre empresas y universidades, y la importancia de las políticas universitarias para la atracción de talento.
En cuanto a la formación e inserción laboral, destacan como aspectos importantes la incorporación de estudiantes en prácticas empresariales, el papel de la formación universitaria como garantía para obtener competencias o aptitudes y el ajuste de la formación de los titulados a las necesidades requeridas por los perfiles profesionales emergentes.
Respecto a la transmisión de tecnología, consideran importante que la empresa establezca relaciones de colaboración tecnológica con la universidad, que las empresas recurran a ésta para realizar proyectos de investigación y el papel de las ayudas públicas para fomentar la I+D+i y hacer posible las relaciones colaborativas empresa-universidad.
Los aspectos con mejor evolución son el fomento de la cultura emprendedora en la universidad, su contribución como formadora de capital humano y el valor que tiene para ella su relación con la empresa. Ha empeorado la dotación de infraestructuras para la transferencia de conocimiento y la importancia de las AA.PP a las políticas y recursos dirigidos.