Estudios de casos colaboración universidad empresa, de la idea al mercado (parte 1)

La universidad tiene tres funciones principales (1) la formación, (2) la investigación y (3) la transferencia de conocimiento al sector productivo para conseguir el progreso, el bienestar y la competitividad. La segunda función, la investigación, es fundamental en la generación de nuevo conocimiento que permita el avance social. Lo que enlaza con la tercera función, la transferencia de parte de este conocimiento de forma adecuada hacia la industria para la creación de nuevos productos y servicios como fuente de generación de valor a la sociedad.

Sin embargo, en muchas ocasiones, existe un gap en la cadena de valor que dificulta la transferencia del conocimiento que poseen las universidades al mercado que “gestionan” las empresas. De ahí la necesidad de instrumentos que faciliten y fomenten la alineación entre los intereses de ambas partes (por un lado, el conocimiento y, por otro, el negocio).

A lo largo de dos post os contaremos dos ejemplos de cómo crear y mantener los vínculos entre la universidad y la empresa con la finalidad de desarrollar tecnologías para comercializarlas en el mercado.

SISTEMA INTEGRADO DE REACTOR ANAEROBIO METANOGÉNICO Y BIORREACTOR DE MEMBRANA (SIAM)

Los tratamientos anaerobios, llevados a cabo en ausencia de oxigeno, de aguas residuales urbanas han sido implementados con éxito a nivel internacional en regiones cálidas (Sudamérica, regiones del norte de África o regiones orientales como la India). Sin embargo, en la actualidad, la aplicación del tratamiento anaerobio en la línea de agua a nivel urbano supone todo un reto en otras regiones menos cálidas, como el continente Europeo, especialmente en su región mediterránea.

En este sentido, las tecnologías anaerobias son económicamente y medioambientalmente más sostenibles ya que permiten tratar adecuadamente el agua residual, minimizar los consumos energéticos y de producción de lodos y producir un agua apta para reutilizarla para riego o su vertido directo.

¿Qué aporta de nuevo esta tecnología?
SIAM es una tecnología basada en el concepto de digestión anaerobia en la línea de aguas que permite el tratamiento de aguas residuales urbanas a temperatura ambiente, eliminando materia orgánica y nitrógeno y produciendo un efluente de alta calidad apto para su reutilización.

Figura 1. Diagrama de bloques explicativo de la tecnología SIAM

Esta tecnología permite eliminar el nitrógeno del agua residual utilizando el metano disuelto presente en el efluente del reactor metano génico, por lo que no necesita fuentes de carbono externa, y reduce las emisiones a la atmósfera de gases de efecto invernadero (metano)

¿Cómo de madura es esta tecnología?

En el año 2007, durante una tesis doctoral llevada a cabo en el marco del proyecto Novedar Consolider (CSD2007-00055), el BIOGRUP de la Universidad de Santiago de Compostela comienza a desarrollar un reactor de tres etapas (metanogénica, aeróbica y filtración). Esta investigación tuvo como resultado un conocimiento que se convirtió en una patente (ES 2 385 002 B2) que fue el germen de la tecnología SIAM. Durante la investigación realizada se detectó el interés de los equilibrios entre el reactor metanogénico y el aeróbico en la producción y consumo de carbono. 

La tecnología SIAM se comienza a investigar formalmente como tal en 2010 durante otra tesis doctoral donde se probó la tecnología a escala laboratorio y se obtuvo una nueva patente registrada en 2013 (ES 2 401 445 A1).

El personal científico de la universidad ha tenido un rol clave en este proceso. Estos profesionales tienen una visión amplia de su objeto de estudio, flexibilidad y una capacidad de ver conexiones entre conceptos. Además, como han puesto de manifiesto diferentes experiencias, su incorporación a la empresa permite reforzar nuestras capacidades científico-tecnológicas, haciendo posible superar dificultades propias del desarrollo de nueva tecnología o de la integración el negocio de la tecnología desarrollada por el mundo universitario.

¿Cómo se conoció la tecnología?
Aqualogy tiene acceso a esta tecnología gracias al partenariado público- privado que mantiene con la Universidad de Santiago de Compostela, ya que ambas instituciones- junto con el CSIC- son cofundadoras del Cetaqua Galicia.

Durante este partenariado se planteó un proyecto para el escalado, construcción, implantación y validación de la tecnología SIAM a escala piloto demostrativa. Esta colaboración hizo posible alcanzar un nivel de madurez tecnológico (conocido en inglés como Technology Readiness Level o TRL) de 5 y 6 con la prueba de la tecnología en un ambiente real, la Depuradora de Agua Residual de Cabezo Beaza (Cartagena).

Figura 2. Avance de madurez tecnológico de la tecnología SIAM

La universidad puede avanzar hasta un TRL de entre 4 y 6, pero para llegar a TRL 8-9 precisan demostrar la tecnología en condiciones reales de la mano de un partner tecnológico que comparta el riesgo con ella aportando recursos. No sólo se trata de recursos económicos, necesarios para financiar las tareas de desarrollo, sino del acceso a sus instalaciones donde se pueda demostrar su viabilidad industrial y de expertos que ayuden a hacer operable la tecnología en ambientes reales y la orienten al modelo de negocio correcto.

Este proyecto en el que Aqualogy colabora con la USC en el desarrollo de la tecnología, cuenta con la participación de ESAMUREMUASA e HIDROGEA como usuarios finales. Por lo que nos encontramos ante un ejemplo de éxito de colaboración entre la empresa, la universidad y la administración (triple hélice).

Para llevar a cabo la comercialización, se ha firmado un acuerdo de licencia exclusiva de comercialización entre la USC y Aqualogy, en la que la USC recibirá ingresos, en forma de royalties, por las plantas comercializadas por Aqualogy.

La motivación por ambas partes hacia la colaboración ha convertido este proceso en un aprendizaje para ambas instituciones (tanto la empresa como la universidad). Durante la detección de la tecnología, planteamiento del proyecto y negociación de los acuerdos se ha creado un lenguaje común que facilita el buen entendimiento, Además, se ha trabajado en la agilización de los procesos internos de ambas instituciones para reducir los tiempos a mercado, un concepto tan importante en una era tan competitiva como la que vivimos.

Hoy en día, el gap existente entre las empresas y las universidades está eliminándose satisfactoriamente. Los trabajos de investigación ya no se encuentran tan lejos de los requerimientos exigidos por la empresa para su introducción en los procesos productivos. Hay una tendencia clara a forjar alianzas entre el mundo científico y empresarial, compartiendo objetivos comunes.

Bajo esta consigna, se establecen puentes y espacios de colaboración para permitir desarrollar ideas iniciales que han sido encapsuladas como know-how académico y se materializan de un modo exitoso con el fin de que las empresas las pongan a disposición de los usuarios mediante una explotación efectiva de los resultados de la investigación.

Catalina Balseiro Río
Responsable de Innovación
Agbar

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