Graduados universitarios y mercado de trabajo. Capítulo 3, Informe CYD 2014.

En el tercer capítulo del Informe CYD 2014 se analiza la relación entre los graduados universitarios y el mercado de trabajo.  

Más en concreto, 1) se examinan aspectos tales como el porcentaje de población adulta que es graduada superior o la tasa de actividad, ocupación y paro de los graduados superiores en comparación con el global poblacional; 2) se atiende a la relación entre la oferta y la demanda de empleo de alta cualificación, presentando el grado de ajuste o desajuste relativo que se produce y se analiza hasta qué punto aquellos que tienen estudios superiores acaban siendo empleados en tareas que no son de alta cualificación (sobreeducación); 3) se ocupa de los procesos de inserción laboral de los egresados universitarios y para ello se utiliza la información publicada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte a partir de una extracción de datos de la Muestra Continua de Vidas Laborales del Ministerio de Empleo y Seguridad Social relativos a la situación en 2014 de los egresados en primer y segundo ciclo en las universidades españolas en el curso 2009-2010; y 4) se describe la formación permanente realizada por la población adulta española.
Entre los aspectos más destacados del capítulo, se podría citar el hecho de que en España el 35,1% de la población de 25 a 64 años era graduada superior en 2014, el décimo mayor valor dentro de la UE. Por otro lado, la tasa de ocupación de los graduados superiores españoles en 2014 era superior a la del conjunto poblacional (77,8% frente a 63,5%) y su tasa de paro era menor (13,4% frente a 21,8); y de la misma manera, trabajaban en menor medida a tiempo parcial (12,6% frente a 14,9%) y su tasa de temporalidad era también inferior (19,2% frente a 22%). Además, los graduados superiores españoles obtenían mayores ingresos que el conjunto poblacional (2.402 € brutos mensuales, de media, prorrateadas las pagas extras, frente a 1.869, datos de 2013). El comportamiento en la última crisis fue muy negativo en España en comparación con la UE. Así, los graduados superiores españoles registraban en 2013 una tasa de ocupación siete puntos inferior a la del conjunto de los graduados superiores de la UE, cuando en 2007 era similar. Y la tasa de paro estaba entorno al 15% por el 5,8% de la UE, cuando la diferencia en 2007 era de poco más de un punto. En 2014, no obstante, se produjo una mejora más significativa en España: la tasa de paro descendió casi un punto y medio y la tasa de ocupación aumentó más de un punto, por las variaciones de apenas unas décimas de la UE. Asimismo, durante la crisis, la temporalidad disminuyó casi tres puntos, la mayor bajada en la UE y el trabajo a tiempo parcial aumentó más de cuatro puntos, la tercera mayor subida. Los ingresos de los graduados superiores españoles, por su parte, se redujeron un 8,5% en términos reales entre 2009 y 2012.Por otro lado, en 2014, por segundo año consecutivo, se registró un incremento de los puestos de trabajo de alta cualificación ofrecidos en el Servicio Público de Empleo Estatal, en contraste con las variaciones negativas anuales experimentadas en el lustro anterior. En cualquier caso, la demanda de puestos de alta cualificación -normalmente realizada por aquellos que son graduados superiores- supera a la oferta de las empresas. El desajuste producido implica, por un lado, la existencia de parados con estudios superiores y, por el otro, de empleo no encajado, en el sentido de que personas con un nivel superior de estudios acaban trabajando en puestos para los que no se necesita ese nivel tan elevado (sobreeducación). Respecto a este punto, hay que indicar que el 33,1% de los contratos iniciales que se firmaron en España en 2014 con graduados universitarios lo fueron para desempeñar tareas de baja cualificación. La cifra de sobreeducación, así entendida, lleva creciendo desde 2010. Desde otra perspectiva, el 37% de los ocupados españoles con título de educación superior estaban empleados en 2014 en tareas que no eran de alta cualificación (esto es, en ocupaciones diferentes a directores y gerentes, técnicos y profesionales científicos e intelectuales y técnicos y profesionales de apoyo). Este era el valor más elevado, un año más, de todos los países de la UE. Además, respecto a 2010, el valor español ha crecido en torno a cinco puntos, uno de los incrementos más elevados en el contexto de la Unión.En el aspecto de la inserción laboral, se puede resaltar que entre los resultados del estudio del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte citado más arriba, destaca el hecho de que el 64,4% de los graduados en el curso 2009-2010 estaban dados de alta a la Seguridad Social en 2014; que un 44,5% de los egresados en 2009-2010 dados de alta en la Seguridad Social en 2014 pertenecían a grupos de cotización que no eran de tipo universitario; o que aquellos egresados del curso 2009-2010 afiliados a la Seguridad Social por cuenta ajena en jornada completa en 2014 tenían una base de cotización media anual de 23.735,8 euros. Por ámbitos de estudio destacaban -con los mejores indicadores en tasa de afiliación, ajuste entre el nivel de estudios y el trabajo o el nivel de salario- el de salud e ingeniería y, en segundo término, otros como matemáticas y estadística o informática.

Finalmente se puede mencionar que en el año 2014, el 9,8% de la población adulta española de 25 a 64 años realizaba actividades de educación y formación. De los 28 países de la UE, España ocupaba la undécima posición. Los adultos graduados superiores realizaban formación permanente en mayor proporción que el conjunto de adultos: un 17,5%, ocupando España la decimoquinta posición en el contexto de los 28 países de la UE.

El capítulo está disponible para su descarga

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