La recesión y la universidad: un nuevo relato

No, el tema que voy a plantear no es el de cómo la actual recesión está afectando al sistema universitario. De los recortes, las reformas y otras cuestiones parecidas, los periódicos nos dan sobradas noticias diarias. Y, sin embargo, quizás los argumentos esgrimidos no son los más adecuados.

Leo en La Vanguardia ( 5 febrero 2012) un reportaje que plantea esta relación desde un ámbito distinto y que me parece sugerente y prometedor.

Se trata de la existencia de una relación muy directa entre el presidente de un país con formación universitaria, o sin ella, y el crecimiento, o decrecimiento económico del mismo.

Dos investigadores de la Universidad Pompeu Fabra y de la de Valencia – Marta Reynal y José G. Montalvo- nos dicen que cuando a un país que ha tenido un presidente con una formación universitaria le sucede otro que nunca ha ido a una universidad, el crecimiento del país se reduce una media de un 2.1 anual durante los cinco años siguientes. El efecto es equivalente al de una recesión.

Esta conclusión, resultado de una investigación que se ha centrado en analizar los niveles de formación de los líderes políticos de todos los países del mundo desde 1.875 al 2.004, me parece del máximo interés económico y político. Y, por descontado, abierta a todo tipo de sugerencias y reflexiones.

Por ejemplo: ¿es tan sorprendente esta conclusión? ¿ El sistema político actual favorece el ascenso al liderazgo de aquellas personas más preparadas? ¿ Por qué el mundo empresarial elige sus directivos valorando su CV, experiencia.. y, en cambio, este tema no entra en la elección de los que vamos a votar?

¿Podría ser que en realidad los países más prósperos eligieran a sus líderes más bien formados y no al revés? Pues podría ser, pero los investigadores analizaron qué pasaba cuando un líder abandona el cargo súbitamente por causas no políticas y detectaron que el efecto se mantenía. Si a un líder sin formación universitaria le sucede un universitario, el país entra en una fase de crecimiento. En el caso contrario el crecimiento se reduce una media del 10.5% en los cinco años siguientes.

¿No es un magnifico argumento para los responsables universitarios para hacer valer la importancia de la institución universitaria? ¡Nos jugamos la recesión!

Francesc Santacana Martorell
Vicepresidente Fundación CYD
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