En el primer capítulo del Informe CYD 2014 se analizan las tendencias generales del sistema universitario español en lo que hace referencia a su oferta y demanda, tanto teniendo en cuenta su situación actual como su evolución reciente.
Por lo que respecta a la demanda de estudios universitarios en España, se puede resaltar que en el curso 2013-2014, por segundo consecutivo, se produjo un descenso del número de matriculados en estudios de grado (en este caso del 1,5%), mientras que el alumnado de máster oficial siguió creciendo (significando unos 1,4 millones los primeros y poco más de 120.000 los segundos). En el caso del grado, hasta el curso 2008-2009 se producían descensos de matriculados. A partir de entonces se registraron aumentos y de nuevo, a partir del curso 2012-2013, hay reducciones. El primer punto de inflexión se puede explicar por el deterioro del mercado laboral a raíz de la crisis económica: el coste de oportunidad de estudiar disminuyó y el número de estudiantes matriculados en la universidad creció, justo al revés de lo que sucedía antes de esta crisis. El segundo punto de inflexión estaría influido, en parte, por el fuerte aumento de los precios de las matrículas universitarias. El perfil del estudiante de grado era el de una mujer (representando el 54,4% de los matriculados), de 18 a 21 años (44,2%) y matriculada en ciencias sociales y jurídicas (47,2%). La evolución ha sido hacia la elevación de la participación relativa de las alumnas y de los estudiantes de más edad (en el curso 2013-2014 ya casi 3 de cada 10 tenían más de 25 años). Por ramas, destaca el descenso del peso de las ingenierías y arquitectura y de las ciencias (en la última década han perdido ambas en torno a uno de cada cuatro matriculados) y el ascenso de las ciencias de la salud (en una década casi han doblado el número de matriculados). En lo que atañe a la tasa de rendimiento, el dato del curso 2012-2013 supone una mejora de cuatro puntos porcentuales respecto al curso anterior (se aprobaba el 76,3% de los créditos matriculados en el grado universitario), mientras que la tasa de abandono del estudio en primer año de la cohorte de entrada en 2010-2011 empeoró dos puntos (hasta el 21,2%). Los indicadores de tasa de rendimiento y tasa de abandono para el máster oficial eran mejores (89,1% y 19,3%, respectivamente).
Por otro lado, en el curso 2014-2015 se impartían en las universidades españolas un total de 9.190 titulaciones (de las cuales, 2.637 eran de grado, y 3.661 de máster). Respecto al curso anterior el aumento fue del 9,7% (4,1% las de grado y 10,7% las de máster). Asimismo, en dicho curso se ofrecieron 245.176 plazas en las universidades públicas presenciales españolas, un 0,7% menos que en el curso anterior, mientras que la demanda y la matrícula de nuevo ingreso, registraron, un curso más, variaciones negativas (del 3% y 0,9%). La ratio matrícula/oferta quedó en el 91%: de cada 100 plazas ofertadas, quedaron nueve sin cubrir. Por ramas de enseñanza, las menores ratios matrícula/oferta se daban en artes y humanidades e ingeniería y arquitectura (se dejaban sin cubrir más de 15 de cada 100 plazas ofertadas) y la máxima, en ciencias de la salud (ocupación prácticamente total), la más demandada.
Finalmente, se ha de destacar que el personal docente e investigador y el personal de administración y servicios de las universidades públicas españolas volvieron a descender en el curso 2013-2014. Es ya el cuarto curso consecutivo en el que se registra una variación negativa. Estas reducciones se producen en el contexto de los recortes presupuestarios que se han llevado a cabo estos años y con ellos, los límites establecidos en la reposición de las vacantes (jubilaciones y otras bajas).
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