Libros de auto-ayuda, videos de motivación, blogs llenos de recomendaciones… Estamos ante una burbuja donde predomina el exceso de información. Ante esta situación de “Big Data”, la figura del mentor es una buena fórmula para orientar nuestras carreras.
Hace un año, la Fundación CYD se puso en contacto conmigo para invitarme a participar en su programa de Mentores CYD. El momento no pudo ser más oportuno: estaba en mi último año de carrera, con varias ofertas de trabajo sobre la mesa y con las dudas lógicas sobre cuál podría ser la mejor elección para mi futuro profesional.La Fundación me dio la oportunidad de tener como mentor a Olaf Díaz-Pintado, Director General y responsable de Banca de Inversión de Goldman Sachs en España, una persona con perfil y formación financiera – que es la que yo he tenido, salvando evidentemente las distancias de su amplia experiencia-. Olaf no sólo me ayudó a analizar las cosas desde una perspectiva objetiva e imparcial, sino que respondió a mis preguntas concretas y me dio consejos muy útiles, caso por caso, basándose en sus experiencias pasadas y compartiendo conmigo su visión del mercado.
En las diversas reuniones que tuvimos a lo largo del año, hablé con él sobre muchos temas: los indicadores y factores a tener en cuenta para decidirse entre trabajar en una empresa u otra, las claves del éxito de cualquier profesional (sobre todo de uno que acaba de empezar a trabajar), los recursos necesarios para crecer profesionalmente dentro y fuera de una organización, las formas de poder añadir valor dentro una empresa… Destacaría entre todo ello cómo Olaf me ayudó a definir mis objetivos, enfocando así mi camino y mi futuro profesional.