La mejora en la situación económica ha permitido mantener el crecimiento del 2015 respecto al presupuesto de las universidades públicas presenciales españolas. Pese a ello, 4 son los retos que destaca la edición: el descenso de alumnos de grado, la sobrecualificación, la caída de los indicadores de investigación y transferencia, y el posicionamiento internacional de la universidad española.
Esta entrega destaca que la universidad española empieza a reflejar un cambio positivo en la tendencia de la situación económica general. Si bien el paro entre los universitarios es del 10,9%, acortando en tres puntos la brecha con la UE en los tres últimos años, la universidad debe contribuir a la transformación de la economía para hacerla más competitiva internacionalmente.
Si bien en esta edición se evidencia que la universidad ha sabido gestionar con eficacia el impacto de la crisis, necesita ser reforzada tras descender los recursos aportados en los últimos años. El sistema universitario, en tanto elemento central de la economía y la sociedad española requiere más financiación y autonomía para abordar la transformación digital y potenciar la internacionalización.
Esta edición destaca los esfuerzos y avances de la universidad por adaptarse a la realidad, así como los retos para progresar en objetivos estratégicos: aumentar la competitividad y reducir el desempleo. En relación a la inserción laboral de los titulados universitarios, se percibe una mejora evidente: la tasa de paro desciende casi un punto y medio y la de empleo aumenta más de uno.
El Informe CYD 2013 constata una reducción, aunque ligera, de la tasa de paro para los graduados universitarios. En referencia a la investigación y transferencia, y a pesar de la situación de crisis económica en la que se enmarca esta edición, las publicaciones realizadas por parte de las universidades han continuado con su tendencia creciente y las solicitudes de patentes también han aumentado.
La novena edición del Informe CYD se escribe desde la perspectiva de un entorno externo caracterizado por cambios profundos y acelerados. En esta publicación se ofrecen indicadores sobre el impacto de las restricciones presupuestarias en las universidades públicas, la reforma de las universidades, así como sobre la inserción laboral y empleabilidad y la transferencia de conocimiento.
La situación de la universidad española no puede sustraerse de la economía. El sistema universitario se ha visto afectado por el ajuste en la I+D+i y una caída de la inserción laboral entre los universitarios, aunque también ha crecido el número de estudiantes, se ha reducido el desajuste entre el puesto de trabajo cualificado y la demanda, y han crecido las publicaciones, patentes y spin-off.
La universidad se ve obligada a gestionar un ajuste presupuestario así como atender nuevos retos. Si bien ha aumentado el número de matrículas de grado, se ha reducido la financiación privada de la I+D. Además, debe enfrentar un proceso de internacionalización académica y seguir adelante con la adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior aplicando un nuevo modelo pedagógico y de management.
Esta edición del Informe CYD hace evidente la necesidad de afrontar reformas de calado en la universidad. Máxime, cuando muchos países europeos ya las han puesto en marcha, mejorando sus resultados educativos e investigadores. Sólo de este modo, resulta posible transformar las instituciones académicas e investigadoras en una herramienta que contribuya al crecimiento económico y al bienestar social.
Por un lado, la universidad española presenta una valoración positiva del comportamiento de ciertas tendencias que configuran el sistema universitario. Por otro, y como consecuencia de implementarse el Espacio Europeo de Educación Superior, la universidad española ha visto cuestionada esa adaptación y el esfuerzo por ajustar sus titulaciones a la nueva estructura de ciclos: grado, máster y doctorado.
La cuarta edición del Informe CYD diagnostica que las universidades españolas cada vez se diferencian más entre sí, especializándose y pasando a actuar en red. En este sentido se detectan una serie de condicionantes que actúan a favor del cambio, tales como la LOMLOU y los Reales Decretos asociados, así como otros a los que es necesario potenciar, como la legislación autonómica y la financiación.